El vuelo que tuvo a esta inusual pasajera fue el que partió desde la ciudad de Cairns, en el nordeste de Australia hasta Papúa, Nueva Guinea. Los viajantes pudieron observar como la serpiente de gran tamaño luchó contra el viento para aferrarse al ala.

Robert Weber, uno de los pasajeros, filmó esta batalla, y dijo a Fairfax Media, de Australia, que el viento golpeó a la serpiente contra el costado del avión hasta que en un momento dejó un rastro sangriento.

Al arribar a Port Moresby, un portavoz de Qantas dijo que la criatura había llegado muerta a pesar de que se las había arreglado para sostenerse en el ala del avión hasta que finalizó el vuelo.