La odontóloga de 47 años, Gissella Solís Calle, es aún intensamente buscada, luego de haber desaparecido el martes pasado y no dejar rastros. 

Según los primeros testimonios de vecinos y de su hermano, el día de la desaparición la mujer había mantenido una "fuerte pelea con su pareja". 

El último contacto que la familia tuvo con la mujer fue el martes pasado a la noche, cuando su hermano habló con ella por celular y quedó en seguir esa conversación al día siguiente.

El novio, identificado como Abel Casimiro, supuestamente viajaría a Trelew, pero cuando fue contactado por la policía dijo que estaba en algún lugar de la Costa. 

También dijo que se presentaría a declarar el sábado en la comisaría 4º de Berisso, donde nunca asistió. Y este domingo se quitó la vida. 

Ahora con su muerte recaen aún más dudas sobre su persona con respecto a la desaparición de Gissella.