La Defensoría de Casación bonaerense informó que durante el 2016 se registraron 673 casos de torturas y tratos inhumanos en dependencias penitenciarias y comisarías de la provincia de Buenos Aires.

De todos los casos registrados, sólo 340 fueron denunciados mientras que los restantes 333 solicitaron la reserva ante el temor a represalias por parte de la fuerza policial involucrada, de acuerdo al Registro de Casos de Torturas y Tratos Inhumanos elaborado por la Defensoría.

"Resulta especialmente preocupante que en muchos casos las víctimas resultan personas en situación de mayor vulnerabilidad como mujeres (15 casos) y niños menores de 18 años (133 casos), no obstante la prohibición legal y judicial de su alojamiento en comisarías en estos últimos casos", consigna el informe anual.

En el informe se consigna que, en el capítulo dedicado a la violencia policial, sobre un total de 327 casos, 307 son de brutalidad mediante golpes de puños, patadas, ducha fría, entre otros tormentos.

En el mismo sentido se hace referencia a un muestreo de 33 casos recopilados en el 2016, mediante el programa "Causas fraguadas/armadas", donde se analizan y describen "patrones sistémicos en la actuación irregular de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y que conduce a la posibilidad de que haya inocentes presos".

Con relación a la violencia penitenciaria, se relevaron 331 casos durante el 2016, con distintas modalidades: golpes de puño y patadas (226 casos), asfixias o quemaduras (15 casos) y agravamiento por aislamiento (68 casos).

El informe destaca también "el grado de deterioro de las instalaciones penitenciarias y policiales" y se denuncia la falta o inadecuada atención médica en 291 casos.