Sucedió en Reino Unido
Se hizo pasar por un hombre, abusó de su amiga, y ahora irá a la cárcel
Gayle Newland se creó un perfil falso, conquistó a una mujer, y logró mantener con ella al menos 10 relaciones sexuales. Ahora deberá pasar ocho años en la cárcel.
La Justicia consideró que se trataba de una violación basada en identidades falsas y condenó a la mujer en cuestión a pasar ocho años en la cárcel.
Gayle Newland se hizo pasar por hombre, se vistió como uno de ellos y hasta usó una prótesis peneana para mantener encuentros sexuales con una mujer que ahora la mandó ala cárcel.
El juez condenó el "efecto devastador" que dejó en la víctima y ordenó aplicar una pena tan inusual que hasta la propia acusada sorprendió ya que fue sacada del tribunal a los gritos.
En 2011 es cuando arranca esta historia. Newland se hizo amiga de la víctima en la red social Facebook. Pero jamás confesó que era mujer. Se hizo pasar por Kye Fortune. Así las charlas virtuales, llevaron a las telefónicas y dos años después el encuentro cara a cara.
En las mas de  100 horas juntas, la víctima siempre llevó los ojos vendados, incluso para mirar la televisión juntas y tomar el sol. "Usted fue tan convincente en su engaño que la víctima pensó que al fin había encontrado a un hombre a quien podía amar", le dijo el juez a Gayle Newland.
En la argumentación de la defensa, se sostuvo que la víctima siempre supo que fingía ser un hombre y que se dedicaban a juegos de rol para explorar su sexualidad. También dijeron que jamás ocultó sus pechos y que era "imposible de creer" que una joven con experiencia sexual creyese realmente que había tenido relaciones sexuales con un hombre.

La Justicia consideró que se trataba de una violación basada en identidades falsas y condenó a la mujer en cuestión a pasar ocho años en la cárcel.

Gayle Newland se hizo pasar por hombre, se vistió como uno de ellos y hasta usó una prótesis peneana para mantener encuentros sexuales con una mujer que ahora la mandó la cárcel.

El juez condenó el "efecto devastador" que dejó en la víctima y ordenó aplicar una pena tan inusual que hasta la propia acusada se sorprendió y debió ser sacada del tribunal a los gritos.

Esta historia arranca en 2011 cuando Newland se hizo amiga de la víctima en la red social Facebook, pero jamás le confesó que era mujer y se hizo pasar por Kye Fortune. Así las charlas virtuales, llevaron a las telefónicas y dos años después el encuentro cara a cara.

En las mas de 100 horas que pasaron juntas, la víctima siempre llevó los ojos vendados, incluso para mirar la televisión y tomar sol. "Usted fue tan convincente en su engaño que la víctima pensó que al fin había encontrado a un hombre a quien podía amar", le dijo el juez a Gayle Newland.

Contrariamente la argumentación de la defensa se basó en que la víctima siempre supo que fingía ser un hombre y que se dedicaban a juegos de rol para explorar su sexualidad. También dijeron que jamás ocultó sus pechos y que era "imposible de creer" que una joven con experiencia sexual creyese realmente que había tenido relaciones sexuales con un hombre. Pero todo esto fue descartado y la joven condenada.