"Desde el inicio de la crisis global, en el año 2008, se perdieron más de 61 millones de empleos", señaló el director general de la OIT, Guy Ryder, en el marco de la publicación del estudio anual de la organización sobre la evolución de los mercados.

"Por lo tanto, la crisis de empleo aún no pasó, no hay motivo para la autocomplacencia", resaltó Ryder, quien añadió que a pesar de que la situación mejoró en Estados Unidos, Japón y algunos países europeos, en el sur de Europa el desempleo registra un lento descenso.

El principal motivo, para el crecimiento del desempleo, según la OIT, es que el progreso  económico no alcanzó en casi ningún país el nivel que tenía antes del estallido de la crisis financiera, hace seis años.
Los jóvenes son los más afectados por esta situación, ya que casi 74 millones de personas de entre 15 y 24 buscaban trabajo en 2014.

Otro tema que preocupa especialmente a la OIT es el crecimiento de la brecha entre pobres y ricos. En promedio, a nivel mundial el 40% de todos los ingresos va al 10% de la población más rica. Y el 10% más pobre recibe en total sólo el 2% de los ingresos globales.

El estudio del mercado laboral de la OIT fue publicado, como suele ocurrir, antes del encuentro anual  del Foro Económico Mundial, que comenzará mañana. Unos 2500 empresarios, políticos y especialistas de 140 países, entre los que se cuentan 40 jefes de Estado y de gobierno, se reunirán hasta el sábado en la localidad suiza de Davos.