Un satélite estadounidense confirmó el anticipado desprendimiento de un enorme iceberg de la Antártida, al observarlo este miércoles sobre el mar en su sobrevuelo de la región conocida como Larsen C.

Los investigadores habían estado siguiendo el desarrollo de la grieta desde hacía una década, proceso que se aceleró a partir del 2014.

La partición, sin embargo, no afectará al nivel del mar global porque el hielo que se ha desprendido ya estaba a flote en el océano, aunque algunos científicos temen que podría acelerar la desestabilización de la plataforma de hielo.

Expertos del proyecto Midas, un grupo de investigación británico que estudia a Larsen C, el desprendimiento se produjo entre el lunes y miércoles, cuando 5.800 kilómetros cuadrados de hielo se separaron de la plataforma.

"Hemos estado anticipado este evento por meses. Estamos sorprendidos por cuánto demoró a la grieta causar la ruptura. El iceberg es uno de los más grandes que se tenga registro y su progreso en el futuro es difícil de predecir. Puede mantenerse en una pieza, pero es posible que se rompa en fragmentos", declaró el profesor Adrian Luckman, investigador líder del grupo.