Para ello, Clarín como La Nación tergiversaron y forzaron la problemática que durante esta semana provocó inconvenienes en la entrada de algunos textos, que tuvo origen en una incorrecta interpretación de la normativa vigente por parte de las empresas de correo.

Hoy La Nación abunda con un artículo que habla de que sus lectores “expresaron sus inquietudes ante las engorrosas gestiones administrativas para retirar sus libros y revistas adquiridos en diversos sitios web especializados”, como Amazon o eBay.

Bajo el título “La experiencia de los usuarios con los pedidos on line de libros”, busca alarmar narrando la experiencia de varios de sus lectores que han comprado libros en el exterior y han tenido retrasos.

Sin emabargo, se desdice en el mismo artículo al citar testimonios de personas que no tuvieron inconveniente alguno para recibir libros comprados en el exterior en los últimos días sin utilizar el sistema courrier, modalidad que también quedó liberada ante una reinterpretación de la medida.  Lo hace bajo el subtitulo “No todos son problemas”. Tarde, ya que lleva días machacando con "trabas" inexistentes, incluso en la portada de su diario.

Lo que alarmó a Clarín y La Nación a tal punto abrir su primera plana con el tema, es hoy explicado por  Página 12: La dificultad para adquirir libros a través de esas vías responde a una errónea interpretación de la nueva normativa que realizaron las empresas de correo, que por estas horas están volviendo a operar como usualmente lo hacen, es decir, con el servicio de “puerta a puerta”.

Luego de que circularan versiones de un supuesto “cierre absoluto” de la Aduana, a partir de declaraciones de Héctor Di Marco, titular de la Cámara de Publicaciones, ayer la propia entidad empresaria se desdijo, al tiempo que Miguel Ponce, de la Cámara de Importadores, también negó que haya irregularidades.

Di Marco había indicado que en función del relato de un despachante de Aduana, “están trabadas las importaciones en todas las aduanas del país, no solamente de libros, sino toda la mercadería. Hasta ayer, no había problemas. Recibíamos todas las partidas de forma normal, salvo los couriers –el servicio de correo–”.

Consultado por Página, Ponce resaltó que “no tenemos ninguna información que refleje una situación anormal en Aduana”. “No tengo información para dar, se tergiversaron las cosas”, se limitó a explicar Di Marco.