El debate que generó la trunca ley por el aborto seguro, legal y gratuito sirvió para que los argentinos tomemos consciencia de la deuda que el Estado nacional tiene en materia de vigilar el cumplimiento de la ley de Educación Sexual Integral (ESI), sancionada en 2006 pero de escasa aplicación a lo largo y ancho del país.

Mientras agrupaciones religiosas y representantes de las campañas "salvemos las dos vidas" y “Con mis hijos no te metas” insisten en caracterizar los contenidos de las clases como mensajes para promover la homosexualidad o la instalación de una "ideología de género", los datos que sugiere la experiencia en la provincia de Santa Fe son como mínimo alarmantes.

Según reprodujo Cosecha Roja, desde que empezaron las clases este año el Ministerio de Educación santafesino relevó 368 casos de abuso sexual infantil y adolescente: muchos surgieron a partir del relato de infantes y jóvenes gracias a que las jornadas de ESI aprenden a diferenciar los vínculos afectivos de los abusivos, a identificar situaciones de violencia y conocer su cuerpo, el respectivo cuidado así como el respeto por las diversas identidades, pero también fueron las mismas clases en escuelas nocturnas y profesorados, donde estudiantes adultos pudieron reconocer y percibir situaciones de abuso grabadas en su memoria, sucedidas en la infancia.

El secretario de Gestión Territorial Educativa, Federico Paggi, explicó en declaraciones al medio rosarino El Ciudadano que los casos son atendidos y registrados por el equipo socioeducativo del Ministerio en todos los niveles, inicial, primario, secundario y terciario.

“Generar de manera institucional el espacio para recibir las palabras de los niños y niñas es muy importante. Además de la ESI, tenemos los Consejos de Convivencia y los espacios de tutoría. Si no hubiera lugar para hablar de estos temas, muchas denuncias no habrían aparecido. Y parte de la recuperación y la cura es poder contarlo porque callarse daña emocional y psicológicamente”, agregó Paggi.

“Desde el Ministerio nos ocupamos de contener para que no abandone la escuela y pueda denunciar. Lo que se nos dificulta es saber qué pasa después en la Justicia con los casos”, describió el funcionario sobre el protocolo que debe iniciarse por el o la docente, quien también tiene el derecho de hablar de manera anónima.

La ESI fue pensada para atravesar todas las materias desde el jardín hasta los estudios terciarios, no se reduce a las clases de biología ni se trata sólo de que chicas y chicos sepan cómo prevenir un embarazo o cuidarse de enfermedades de transmisión sexual, sino que busca pensar y construir vínculos libres de todo tipo de violencia a partir del respeto a la diversidad sexual y a las mujeres. En Santa Fe la implementación comenzó en 2008 a través de la capacitación de docentes y miembros de centros de estudiantes.

Recientemente el Congreso Nacional convirtió al abuso sexual infantil en un delito público, por lo que el Estado deberá investigar de oficio cualquier denuncia de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes, una situación que hasta el momento debía ser confirmada por la madre, el padre o la persona a cargo: el cambio cobra relevancia a partir de que las cifras oficiales demuestran que el 75% de los agresores son familiares y casi el 60% son el papá o el padrastro.