Ya fueron tomadas las muestras y en estos días se sabrá cuál es la situación. La situación no es nueva, pero el estado de gravedad se agudizó al confirmarse la muerte de cáncer de un trabajador de subte de Madrid, que operaba con los mismos vagones. 

Subterrános de Buenos Aires SA (SBASA), que depende del Ejecutivo porteño, retiró tres formaciones CAF 5000, luego de la confirmación de que esos coches tienen asbesto, que puede producir cáncer en los pulmones.

“El retiro de formaciones se dio desde la denuncia que presentó la Agtsyp el año pasado sobre la presencia de asbesto en los CAF 5000”, expresó Enrique Rositto, secretario de Prensa del gremio de trabajadores del subte y premetro, Agtsyp, a Diario Z.

Al menos ocho formaciones de la línea B fueron retiradas esta semana, para efectuar estudios por nuevas sospechas de amianto en los trenes.

Varios trabajadores se están realizando estudios para ver si su salud fue afectada. Mientras tanto, los mecánicos a cargo de las reparaciones anunciaron que no tocarán los vagones que podrían tener asbesto. Es por eso que no pueden volver a circular. Se supone que la posible contaminación no afectaría a los pasajeros, ya que el amianto se encuentra en partes que no están en contacto con el área de cabinas.

“Hay que sacar el amianto. Si se hace un muestreo de las piezas y luego se reemplazan por otras sin amianto, no hay conflicto. Aunque el único plan para terminar con el amianto es cambiar la flota de trenes”, indicó, en una entrevista con La Nación, el secretario general de la Agtsyp Roberto Pianelli.

Parte de las formaciones que podrían tener amianto son las que el gobierno porteño compró usadas para la línea B en 2011.