Primero un matrimonio, luego un turista, ahora una mujer dentro de un bar. Los episodios de inseguridad se reproducen en distintas zonas de la Ciudad de Buenos Aires.

En ese marco, y a contramano del discurso que promueve el gobierno porteño sobre la baja de delitos, en los últimos días cobraron relevancia los hechos sucedidos en Palermo, Las Cañitas y Barrio Norte.

En esta oportunidad, todo ocurrió en el interior de la confitería Dalchemis, ubicada en la calle Báez 260, cuando un joven que se hacía pasar por un vendedor de bolsas de residuos, se acercó a una mesa para ofrecer el producto. Rápidamente, el sujeto se retiró del lugar. 

El propietario de la confitería se dio cuenta que le habían robado a la señora y entonces corrió al ladrón, lo tackleó y lo retuvo hasta la llegada de la policía.