La imagen es patética, pero además la ridiculizaron como una campaña turística oficializada desde el gobierno porteño, lo que de alguna manera sí es verdad. 

De acuerdo al relato de uno de los representantes de los feriantes, Marcelo Sisci, la violencia policial se desató durante una discusión entre uno de los inspectores que quería incautar materiales de otros compañeros, que se manifestaban de forma pacífica dando unos talleres en la calle Defensa. Un oficial empujó a uno de los feriantes contra el inspector para argumentar una agresión -falsa- y dar la orden de reprimir.

"No salimos del asombro de lo que pasó, absolutamente desmedido e innecesario cuando estábamos manifestándonos pacíficamente. Creoque estaba digitado que tenía que ser así, alguien dio la orden y no les importó nada, avanzaron contra todo", lamentó Sisci ante la consulta de este diario.