Oculto por décadas a los habitantes de la ciudad del oeste norteamericano y restaurado con el patrocinio de la Fundación Getty y la intervención de importantes especialistas, este mural del mexicano Siqueiros, uno de los tres que realizó en Los Angeles y el único que aún permanece en su lugar original, fue reinaugurado a 80 años de su inauguración.

Ubicado en Olvera Street, en un sitio antes llamado The Plaza Art Center, en el centro de la ciudad de Los Angeles, el mural tiene una larga historia.

Aunque en un principio se había contratado al muralista mexicano para realizar una composición exótica referida a la América tropical, el autor "sintió la obligación moral de torpedear desde el muro al imperialismo y en el centro geométrico de la composición un hombre de pueblo, mezcla de aborigen y negro, aparecía doblemente crucificado", cuenta la especialista Raquel Tibol.

"Sobre su martirio se erguía fiera el águila de las monedas norteamericanas. En el extremo derecho del muro, un campesino mexicano y otro sudamericano se asomaba en medio de la selva, entre ídolos y restos de antiguas edificaciones, con los fusiles listos para el ataque", explica Tibol las razones que llevaron al encalado del mural, apenas seis meses después de su inauguración.

En 2007 la Fundación Getty anunció el proyecto de restauración que contó con el apoyo de la alcaldía de Los Angeles, con una inversión de 7 millones 800 mil dólares.