Durante la audiencia pública que se desarrolló en La Boca, las empresas Edenor y Edesur pidieron un nuevo tarifazo en la electricidad: 31 por ciento, argumentando que realizarán un "ambicioso" plan de inversión.

Sin embargo, organizaciones sociales, políticas, institucionales y las asociaciones de consumidores rechazaron el incremento y se quejaron de la calidad del servicio brindado por las distribuidoras minoristas del fluido eléctrico.

Por ejemplo, la representante de la Defensoría del Pueblo de la Nación, Mariana Grosso, aseguró que Edenor y Edesur otorgan un servicio que "está en un pésimo estado", mientras que su par porteño, Alejandro Amor, pidió que "los aumentos que se establezcan vayan de la mano de los incrementos paritarios".

Además de rechazar el aumento, representantes del Centro de Educación al Consumidor (CEC), Susana Andrada, y el de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), Pedro Bussetti, reclamaron operativos de asistencia con cuadrillas, generadores y agua mineral a las miles de familias que sufrirán interrupciones en el suministro eléctrico durante el próximo verano.