Según el Diario Patagónico, el ingreso de la pareja se registró a las 6:30 del martes y el turno se cumplió a las dos horas. Cuando desde el hotel los llamaron para desalojar la habitación, el hombre se negó.

“Mirá, me voy a quedar una hora más y no pienso pagarte porque esta habitación no es lo que me prometieron. Yo pagué por otra cosa”, dijo el cliente ofuscado y ebrio.

Cuando volvieron a llamar a la pareja, el hombre dijo "“Las voy a cagar a tiros” e inmediatamente se pidió la intervención policial. El hombre salió de la habitación, luego de varios destrozos, por la pequeña ventana de la puerta-  por la que suelen pasarse pagos y pedidos- y golpeó a una de las empleadas del hotel hasta que finalmente la policía logró reducirlo. Mientras su novia repartía mordiscones y patadas a los presentes.

La jueza Raquel Tassell, que interviene en el caso, ordenó que se mantenga el arresto de ambos, que serán sometidos a una investigación por los delitos de amenazas, daños, lesiones y atentado contra la autoridad.