Se llama Juan Diego Escobar Gaviria y recibió una condena ejemplar por ser "autor material y penalmente responsable de promoción de corrupción de menores reiterada", delitos agravados por la "condición de guardador", que "a su vez concurren con abuso sexual simple agravado por ser cometido por un ministro de culto".

La sentencia es por el abuso de cuatro menores de edad. El tribunal, integrado por María Angélica Pivas, Roberto Cadenas y Darío Crespo, dio a conocer el fallo al concluir el primer juicio que se sustancia contra un representante del clero en Entre Ríos, donde también son juzgados por el mismo delito otros dos curas: Justo José Ilarraz y Marcelino Moya.

Los jueces aceptaron la pena 25 años pedida tanto por los fiscales Federico Uriburu y Dardo Tórtul, como por el abogado de la querella, Mariano Navarro.

"Es algo contundente lo que hacen ellos (por los curas abusadores), te van trabajando la cabeza hasta que caés, somo cinco los chicos que caímos", afirmó Alexis, uno de los chicos abusados. Con la voz quebrada, su mamá aseguró: "en estos casos no se miente, son hechos aberrantes pero hay justicia; yo le digo a los chicos que les pase lo mismo que se animen a denunciar, a contar los que les pasó porque siempre hay gente que los va a escuchar".

El sacerdote decidió permanecer en la Unidad Penal Número 5, en Victoria, donde seguirá preso hasta que la condena quede firme.