En Jujuy detienen a tres mujeres por provocar un aborto y enterrar al bebé en un cementerio. La supuesta acusada entró a una guardia con fuertes dolores abdominales y se constataron lesiones compatibles con una interrupción del embarazo.

La mujer y las dos amigas fueron detenidas acusadas de practicar un aborto clandestino. El feto se encontraba en un estado avanzado de gestación y luego de realizarlo lo enterraron en un cementerio de la localidad de Calilegua.

En el hospital Oscar Arias, de Libertador General San Martìn, realizaron la denuncia policial y luego intervino la justicia. La víctima tenía graves lesiones compatibles con un aborto. Con guardia policial continuó internada por presentar un cuadro de septicemia, generado por la intervención ilegal.

Luego la mujer fue trasladada a la Brigada de Investigaciones de Libertador, junto a sus dos amigas. Mientras la fiscal Faral define las imputaciones, fuentes judiciales recordaron que por no haber pedido la intervención en un hospital público o a la Justicia, el Código Penal establece que "será reprimida con prisión de uno a cuatro años, la mujer que causare su propio aborto o consintiere que otro se lo causare".

Algunos medios compararon este caso con el de Romina Tejerina, la joven condenada a 14 años de prisión por haber intentado interrumpir su embarazo causado por una violación y matar a cuchillazos a su hija recién nacida, ya que la justicia no falló a su favor.

En la Argentina se calcula que abortan clandestinamente más de 500.000 mujeres al año, lo que demuestra que la penalización de esta práctica resulta inútil. El aborto clandestino es un problema de salud pública por ser la primera causa de muertes maternas, pero su debate aún se encuentra en pausa.