Un total de 24 personas, entre ellas 16 niños, sufrieron heridas por pirotecnia durante los festejos de Año Nuevo, informó esta mañana la directora del Instituto del Quemado, ubicado en el barrio porteño de Caballito.

Myriam Miño señaló que el caso más grave se dio en "un joven de 18 años que sufrió la amputación de una falange en una mano".

Myriam Miño señaló que el caso más grave se dio en "un joven de 18 años que sufrió la amputación de una falange en una mano", a pesar de que destacó que hubo menos casos que en Navidad, cuando contabilizaron 53 heridos.

La médica recomendó no usar pirotecnia y advirtió sobre los lugares donde se compra la misma, ya que en muchos casos se adquiere pirotecnia ilegal. En este marco, dijo que hubo dos casos en que "la pirotecnia reventó en los bolsillos".

Miño señaló que otro caso de quemadura se registró en un hombre proveniente de la localidad bonaerense de Merlo, "que se quemó al explotar una botella de aguarrás cuando estaba haciendo fuego para un asado".

El hombre sufrió "quemaduras de primer grado y en vez de ir a un lugar especializado, fue a una sala de primeros auxilios y se acostó a dormir, por lo que la lesión se le extendió aún más", agregó.
Por su parte, desde el Hospital Santa Lucía, la doctora Nancy Sichetti informó que pasadas las 9 de la mañana habían atendido a 21 personas con heridas de distinta gravedad. De ellas, cuatro habían quedado internadas. Tres de ellas eran menores de edad.
"La mayoría de los casos que recibimos fueron por la pirotecnia, pero tenemos un caso en particular de un chico al que un perro se puso nervioso por los cohetes y le mordió un ojo", puntualizó la médica, en diálogo con los medios.