El Tribunal Oral en lo Criminal 1, integrado por los jueces Juan José Ruiz, Carmen Palacios Arias y María Isabel Martiarena, dio a conocer en la mañana de este miércoles el veredicto en el juicio oral contra Cristian Martínez Poch, acusado de abusar de sus dos hijas cuando eran niñas y de encerrar, golpear y violar a su novia durante septiembre de 2013. Por unanimidad resolvió que el imputado, Martínez Poch, sea condenado a 37 años y medio de prisión.

En su exposición de más de cuatro horas, el hasta entonces acusado provocó constantemente. La sentencia fue leída entre risas de costado y un guiño siniestro a una cámara. Pero no sólo eso, quien utilizaba la violencia psicológica y física para atrapar a sus víctimas, además se chupó el dedo e hizo fuck you a los presentes.

Las dos hijas del acusado, hoy de 19 y 20 años, quedaron al cuidado de su padre al morir la madre de ellas y, a partir de ese momento, según declararon ambas víctimas, Martínez Poch las esclavizó, las obligó a ver películas pornográficas y a presenciar sus actos sexuales con otras mujeres.

Además, las tocaba en sus partes íntimas con su pene, entre otros vejámenes. Además según el fiscal, Martínez Poch, sedujo a Rial con una imagen de “príncipe azul” (inteligente, culto, amable) para luego reducirla con narcóticos, golpearla y violarla, incluso permitiendo que al menos otro hombre abuse de ella.

Al igual que con otras exparejas, según se probó en el juicio, el imputado se transformó en un ser posesivo y agresivo que aislaba a la mujer de su entorno familiar, laboral e incluso de las amistades.

Luego de la sentencia Rial habló con la prensa y sostuvo que "se hizo justicia" y que es "el día más feliz de su vida". Cuando le preguntaron cómo borrará las heridas, la víctima destacó que se irán con terapia y calma, ella ahora podrá ser feliz.