A pesar de que todos los cañones apuntan a la Gendarmería y que pasaron más de 50 días sin un avance considerable, las pruebas comienzan a conocerse. En este caso, tras las desgrabaciones de los mensajes de los celulares de los gendarmes que participaron del operativo.

Alrededor de 70 teléfonos móviles fueron secuestrados, por lo que -a pesar que no haya datos oficiales- fuentes de la investigación empiezan a dar a conocer las pruebas que saltan después de escuchar las conversaciones.

Como por ejemplo la publicación del propio diario Clarín, donde se habla de "piedrazos" lanzados por los uniformados y de un cuerpo flotando en el río.

Expresamente, un superior de la fuerza estatal, señaló lo siguiente:"Está claro que nadie se llevó a nadie, había gente a su cargo que le habría pegado piedrazos a alguno que quedó flotando en el río y los compañeros lo sacaron".

El efectivo que envió el audio de Whatsapp a otro gendarme de nombre Daniel Gómez todavía no fue identificado. Pero obtuvo la respuesta de Gómez, quien le afirmó: "Vi a tres personas nadando, pero a nadie flotando".

"Presumimos que, cuando hablan de ´los compañeros´ se refieren a los integrantes de la comunidad mapuche", infirieron las mismas fuentes con acceso a la causa, que se sigue embarrando desde algunos medios.