La escena es rápida, arranca cuando el colectivero se baja lo suficientemente enojado como para enfrentar a mano limpia a los dos hombres que lo increpaban.

Cuando parecía que la situación estaba controlada, los pasajeros comenzaron a descender del vehículo de transporte y tras un corte de las imágenes se puede ver que ya estaban enfrascados en la batahola, e incluso uno de los dos hombres del auto es levantado en vilo y arrojado a la vereda.