"Una enseñanza que nos deja el año pasado es que no tenés que tomar las mismas medidas de Usuahia a La Quiaca al mismo tiempo. Ya no hacen falta cuarentenas tan largas. Con diez días de aislamiento sabemos que es posible controlar gran parte del fenómeno, y por ahí necesitás hacerlo en Buenos Aires y no en Tucumán, o viceversa", opinó Pedro Cahn sobre las medidas a tomar de cara al próximo invierno en el marco de la pandemia de coronavirus. 

Entrevistado por Gustavo Sarmiento para el medio Tiempo Argentino, el infectólogo dio viarias definiciones sobre lo que viene y en qué momento nos encontramos como sociedad. 

"La sociedad no es la misma, porque hay un grado de agotamiento muy grande. Además, evidentemente, y en forma lamentable, esto se ha transformado en una cuestión política. Se usa la pandemia para hacer política y se atacan las medidas. Si suben los casos, es culpa del Ministerio de Salud; si ponen limitaciones para que no suban, es una "infectadura" que anula las libertades de las personas. Es muy difícil manejar las cosas así", opinó sobre los desafíos.

Consultado sobre el advenimiento del clima más frío dijo: "Tiene dos efectos. Las células que recubren el aparato respiratorio no funcionan con la misma efectividad cuando hace mucho frío; y con el frío, la gente tiende a encerrarse. Si no entienden que no pueden hacerse reuniones en esas condiciones, vamos a tener más casos, sin dudas. Un tema es que todos los que potencialmente podemos contraer Covid lo podemos transmitir, pero hay individuos supercontagiadores, que no son fáciles de identificar, que tienen muy alta carga viral, y en una fiesta de 80 personas esa persona contagia a 60. Por eso insistimos con reuniones con número limitado en espacios abiertos o bien ventilados".

Sobre la segunda ola opinó que "cuando uno mira lo que pasa alrededor, en Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil, es muy difícil pensar que no nos pueda pasar a nosotros. Inciden un par de factores: primero, el aumento de la movilidad. El virus no viaja solo. Hay muchos contagios intrafamiliares, fruto de reuniones cerradas que no deberían hacerse. Y hay un factor agravante: las variantes virales, mucho más transmisibles persona a persona. Estamos en una carrera desigual, porque el virus empieza a mutar antes de que la gente esté vacunada". 

"Esta semana toda la región de París está con cierre total con fuerzas militares en la calle, para impedir que la gente salga. Los cierres totales son inaplicables. Podés hacerlo solo por 24 horas, y no sirve para nada. Los viajes de egresados, en cambio, podrían evitarse perfectamente. El Ejecutivo tiene poder para hacerlo. Estamos en pandemia, hay gente muriendo, y vos me estás hablando de que vas a un viaje de egresados… Diferenciemos lo que es sustancial. ¿Te vas a Buzios a la playa? No es el momento para hacerlo".

Sobre qué depare el futuro cuando todo esto pase dijo que  "si es que en algún momento logramos controlar efectivamente la pandemia, tenemos que pensar muy bien qué cosas que pasaron no pueden volver a pasar, y qué costumbres y hábitos que incorporamos hay que mantener, como la higiene de manos. Durante un largo tiempo habrá que seguir usando el barbijo". 

Por último, Cahn destacó que "habiendo vacunas, Argentina está vacunando rápido. El ritmo que mostró las últimas semanas es superior al promedio de la Unión Europea. Y eso es porque tenemos un programa de vacunación modelo en el mundo, fortalecido cuando Carla Vizzotti estaba al frente de la Dirección Nacional de Inmunización, lo que llevó a logros que permitieron por ejemplo, erradicar prácticamente la mortalidad infantil por hepatitis A".