Billy McNeelly, de 32 años, se sorprendió al notar un metal incrustado en su cuerpo, luego de rascarse por una picazón que le molestaba. “Inmediatamente corrí a un taxi para ir al hospital más cercano”, dijo el hombre.


Todo comenzó durante una fiesta en la que McNeelly tuvo una pelea y fue apuñalado cinco veces. Por este motivo, tuvieron que llevarlo de emergencias a un hospital donde fue curado de sus heridas. El problema fue que no le tomaron radiografías de rayos x y nunca detectaron la hoja de metal, con la cual el hombre vivió durante tres años.


En ese período, McNeelly sintió una picazón constante en la espalda, ademñas de dolores e irritaciones. "Sentía que algo me molestaba y a veces la piel me ardía", dijo Billy, quién confesó que nunca le dio demasiada importancia a lo síntomas.


"Hace unos días, mientras me rascaba, me clavé la uña debajo de la piel, y descubrí el pedazo de metal. Le pedí a mi novia que se fije y al darnos cuenta de que se trataba de una hoja afilada, corrimos al hospital", contó el hombre, quién ahora guarda como recuerdo el cuchillo que le removieron y que mantuvo en su cuerpo por casi mil días.