Este año, luego de que la comunidad denunciara la presencia de asbesto en las cañerías, el Ministerio de Educación confirmó que el material cancerígeno también se encontraba en una caldera.

Por la complejidad del procedimiento, la cartera que conduce Soledad Acuña anunció que retiraría el artefacto recién en el receso de verano 2020. Esta semana, sin embargo, se descubrió que la caldera había sido retirada en las vacaciones de invierno, sin aviso a la comunidad. 

“Esto no solo contradice a la primera nota enviada por el Ministerio, ignorando los cautelosos pasos que según protocolo se debe seguir para la remoción de asbesto; sino que también expone a todos los trabajadores y estudiantes que concurrimos al establecimiento”, denunciaron docentes y alumnos del Lenguas Vivas, que este jueves a las 13 ofrecerán una conferencia de prensa en la puerta del colegio, Carlos Pellegrini 1515.

La "simple notificación" de la realización de una tarea "en un caso sensible como este", señaló la comunidad en un comunicado, "no es suficiente". “Actualmente, no contamos con la información pertinente. Si la caldera fue removida en el receso invernal, necesitamos saber si vinieron equipos especialistas en la remoción, cómo se manejaron los residuos, si se realizaron las mediciones de aire correspondientes, etc”, continuó.

Estudiantes y docentes exigieron al Ministerio y a las autoridades de la escuela acceder al informe de la empresa que retiró la caldera con el detalle del "registro de operaciones, informe de laboratorio y cadenas de custodia, manifiesto de transporte asociado, habilitaciones de transporte, certificado de tratamiento, habilitaciones de operador y conclusión".

“Y sobre todo, exigimos las certificaciones de la evaluación de la contaminación del aire con posterioridad al retiro”, insistió la comunidad, ya que “una vez retirado el asbesto se requiere un lapso de al menos 15 días en los cuales no puede circular gente", período tras el cual "se debe analizar el aire para garantizar que no haya partículas”. Dicho procedimiento, indicaron estudiantes y docentes, “no nos consta que se haya realizado”.

Ante la falta de información, la comunidad decidió hacer un pedido de auditoría con el inspector de seguridad e higiene del Gobierno de la Ciudad, Edgardo Castro, para “que constate el estado actual del edificio y que realice las mediciones correspondientes a la presencia de asbesto”.

“Necesitamos que las autoridades de la institución y las autoridades del Ministerio se responsabilicen en la diseminación de información fehaciente, oportuna y verídica. No pueden seguir dándose contradicciones, inexactitudes, o rechazo directo a brindar información, como ha sucedido hasta ahora”, concluyeron docentes y estudiantes del Lenguas Vivas. 

La UTE , por su parte, denunció este lunes la presencia de asbesto en doce escuelas porteñas y exigió que la remoción de este material se haga en enero, sin la presencia de estudiantes ni docentes, "para evitar que las partículas de amianto pongan en riesgo" a las personas.