Además de organizar una fiesta clandestina el polémico youtuber mandó a sus seguidores a amedrentar a los vecinos que lo denunciaron y hasta al mismo intendente.

Sujarchuk aclaró que la clausura no es sobre la casa sino sobre la actividad, ya que de esas fiestas Yao cobraba dinero y además generaba contenido para sus redes sociales lo que después también tiene dividendos.

Pero esta vez a Cabrera le va a salir caro ya que se le abrirá una causa federal por violar el decreto presidencial y a la gente de seguridad del barrio cerrado también ya que dejaron entrar a más de 100 personas.