Se trata de un reconocimiento histórico: a través de la historia la legislación prohibicionista que se impuso desde la ONU según intereses de algunos países, el mundo igualó el cannabis con la heroína y la cocaína, en una equivalencia completamente arbitraria y mentirosa. Estas dos últimas sustancias reportan sumadas más de 130 mil muertes anuales, mientras no existe registro alguno de fallecimiento por el consumo de marihuana.

De esta manera queda expuesta que la legislación vigente -que motiva las peores políticas punitivas y de castigo a los usuarios en nombre de la lucha contra el narcotráfico- no tiene en cuenta argumentos científicos para clasificar la peligrosidad de las sustancias, sino más bien determinados intereses económicos de ciertos países sobre otros.

Puntualmente, una comisión de expertos incluyó la sugerencia para eliminar a la marihuana de la Lista IV de la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU, la categoría más restrictiva den la cual están las sustancias que se consideran "dañinas y con beneficios médicos limitados".

En línea con la creciente legislación en el mundo acerca del uso terapéutico de la planta, la propuesta a revisarse durante la próxima reunión de a Comisión Sobre Estupefacientes en el mes de marzo, supone la importancia de reconocer el "potencial terapéutico" de los preparados de cannabis en tratamientos contra el dolor y otras afecciones como la epilepsia y la espasticidad, asociadas con la esclerosis múltiple.