El 25 de enero de 1997 José Luis Cabezas aparecía con dos tiros en la cabeza dentro de un auto incendidado en la localidad atlántica de General Juan Madariaga. Fue después de que tomara, para la revista Noticias, las primeras fotos públicas del empresario Alfredo Yabrán, investigado por corrupción. Tiempo después, su caso se convirtió en el mayor emblema de la lucha de la prensa argentina en pos de la libertad de expresión.

Este viernes se cumplió un nuevo aniversario de su muerte. Bajo el lema "No se olviden de Cabezas", más de quince bandas musicales y diez muralistas homenajearon hoy al fotógrafo. Al evento, que fue organizado por la familia y del que también participó la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) y el Senado de la provincia de Buenos Aires, asistió Agustina Cabezas, hija del fotógrafo, quien pintó un mural alusivo.

Los músicos dedicaron sus presentaciones “a todos los que ya no están y cuyos casos tienen impunidad. No solo en el caso Cabezas, sino también los de Julio López, Luciano Arruga o Mariano Ferreyra”.

Las bandas comenzaron a tocar en un escenario adornado con pancartas y carteles con la foto del reportero gráfico con la leyenda "No se olviden de Cabezas" y "Estos ojos hablan". Además, en el festival se repartieron collares con una cartulina en el que se grafica una cámara de fotos con una lente con un corazón pintado de rojo.