Sin contar con material que permitiera acusarlo de nada, tanto a él como a sus compañeros de la Garganta Poderosa -a quienes intentaron "plantarles" armas para detenerlos- el referente de la publicación villera fue abordado por oficiales cuando se alejaba de la protesta por la 9 de Julio, hacia Constitución, a varias cuadras del Congreso.

El activista describió cómo los uniformados se bajaban de las motos para pegar palazos a cualquiera que estuviera en la calle. Además, reveló que los momentos anteriores a su detención, intentaba ayudar a dos compañeros de los golpes policiales. Una vez dentro del móvil policial, fue agredido brutalmente en su rostro.