El 23 de septiembre de 1994 Mario César Fendrich, que trabajaba en la sucursal santafesina del Banco Nación, se llevó 3.200.000 pesos (dólares entonces) de la sucursal y que durante casi cuatro meses fue el personaje mediático más simpático: muchos veían en Fendrich a un clasemediaro que había visto la posibilidad de volverse rico de un día para el otro con un simple engaño.

Fendrich sufrió un ACV algunos días atrás, mientras compartía unas vacaciones en Cuba con un amigo. Desde entonces permanecía internado y a pesar de haber sido sometido a una operación de urgencia, falleció acompañado de su familia que se trasladó hasta la isla, según informó Infobae.

Después de cumplir poco menos de 5 años en prisión, transitó trabajos con poco glamour para la millonaria suma de la que se había hecho en su momento y de la cual jamás se supo el paradero. Primero trabajó en una parrilla, luego en una fábrica de artesanía de yesos, después probó con la siembra de frutillas, atendió un kiosco y al final puso un local de quiniela. 

Al obtener su libertad condicional no se sabía qué había sucedido con el dinero robado, y la justicia puso un insólito pedido que nunca trabó se re inserción social: si aparecía el dinero, el hombre debía a visar a los investigadores. Apenas pagó 72 mil pesos por una multa.