Son varios los spots de organizaciones que intentan hacer reflexionar a fumadores y empresas sobre los daños que causa el cigarrillo.

La campaña Truth (2000) fue financiada  por la propia industria tabacalera en el marco del Master Settlement Agreement, un acuerdo entre los principales fabricantes de cigarrillos y 46 estados, con el que se puso fin a una ola de juicios.

Truth (Verdad) fue elegida como una de las 15 mejores del siglo XXI.

Pero Lorillard, dueña de algunas de las marcas más vendidas en los Estados Unidos -como Newport o Kent-, demandó a la fundación dado el impacto que tuvo la campaña, con el apoyo explícito de otras multinacionales del tabaco, como Philip Morris, RJ Reynold y Brown & Williamson.

Las principales cadenas al principio se negaban a transmitir los spots por miedo a perder anunciantes pero finalmente la Corte Suprema de Delaware rechazó la pretensión de la tabacalera.

Un estudio de  Health Education Research, señaló que los adolescentes que vieron los spots de Truth son dos veces más propensos a decir que no quieren fumar en el futuro. Además lograron bajar el consumo de cigarrillos en Estados Unidos.

“Nos enfrentamos a una industria que todavía gasta miles de millones de dólares cada año en publicidad, por lo que siempre tenemos que empujar la innovación y la creatividad de nuestros programas para transmitir nuestros mensajes, que salvan vidas”; subrayó el director ejecutivo de la American Legacy, Robin Koval.