El dato de una extraño crimen llegó temprano a la redacción y la unidad móvil de televisión llega rápidamente al lugar. La transmisión muestra en directo la fachada de una casa donde, se supone, ocurrió el ilícito y no mucho más.

Allí el cronista se esfuerza para llevar adelante la noticia redundando en datos y descripciones en un barrio que todavía no despierta y muestra sus calles vacías. Hasta que de un momento al otro un vecino entró en escena y activó el instinto profesional del periodista que sin dudar fue a la caza del testimonio tan ansiado.

¡Pero mirá lo que pasó!