Fernando Martín Arguello es el décimo muerto como consecuencia del intento de fuga y posterior motín ocurrido en la comisaría de la localidad de 9 de abril, en Esteban Echeverría, el 15 de noviembre pasado. Arguello de 33 años falleció en el hospital Eva Perón de Lanús, estaba internado en estado crítico: estaba en la dependencia policial por tenencia de estupefacientes. 

Se trata de la peor masacre en la historia de las comisarías argentinas, y el Gobierno decidió actuar. Sí, el acting de la preocupación por el estado de los detenidos incluyó un contrato con la fundación El Arte de Vivir, de Ravi Shankar, uno de los gurús favoritos de Cambiemos, para enseñarle a los presos técnicas de respiración y relajación, según informó Página 12 de acuerdo al Boletín oficial bonaerense.

Según se lee en el convenio firmado, el objetivo es el “mejoramiento integral de la calidad de vida tanto de las personas privadas de su libertad como así también del personal penitenciario” y se detalla que los talleristas de la ONG  enseñarán a los detenidos técnicas “de respiración y relajación que propicien la armonía en el entorno carcelario”.

A casi un mes de la masacre, el gobierno provincial sigue sin pronunciarse: según apuntó eldiariosur.com, desde el año 2011 la comisaría estaba inhabilitada para alojar detenidos, mientras que a la fecha de los incidentes tenía siete clausuras, seis por orden judicial y una por resolución Ministerio de Seguridad. Este sábado 15 de diciembre, los familiares marcharán en Monte Grande para reclamar contra la violencia estatal.

Según el último informe de la Comisión Provincial por la Memoria, la situación de las cárceles bonaerenses es insostenible: por cada mil plazas disponibles hay 3.500 personas detenidas, mientras que en 2018 la cantidad de presos en cárceles, alcaldías y comisarías superó el récord de 47 mil personas, y el 55% de las dependencias policiales están inhabilitadas para contener a quienes atraviesan procesos por delitos variados.