"Venimos a apoyar para que esta Justicia sea ejemplar para toda nuestra sociedad argentina. Lo pedimos desde María Soledad (Morales, asesinada en Catamarca) hace 33 años y lo seguimos pidiendo en cada caso", aseguró Pelloni en la puerta de los tribunales de Dolores, hasta donde viajó para apoyar a la familia de la victima.

La religiosa, quien acompañó a la familia de Morales en el pedido de justicia tras su crimen en 1990 y fue quien junto con los padres impulsó las marchas de silencio, sostuvo que el pedido que realizó es para que se pueda finalizar con "los antivalores de todos los tipos de violencia", como la social, la que calificó como "la peor de todas las violencias".

"La violencia es un problema de mala educación, la escuela, el deporte, y digo mala educación por la ausencia de valores educativos", sostuvo. Luego, recordó el encuentro que tuvo con Silvino Báez y Graciela Sosa, a quienes aseguró que "dentro del dolor", los vio "con entereza".

"Ha sido un encuentro emocionante para mi porque Graciela se acordaba del primer abrazo que nos dimos en la primera marcha y de lo que le había dicho", rememoró.

Pelloni visitó a los padres de Fernando junto a Viviam Perrone, presidenta de Madres del Dolor y madre de Kevin Sedano, atropellado en 2002; y Jimena Aduriz, la madre de Ángeles Rawson, joven víctima de un femicidio en 2013, también presentes en Dolores. Pelloni aseguró que no le sorprendió que los ocho imputados no hayan realizado un pedido de disculpas desde que se cometió el crimen de Báez Sosa.