Un hombre de 49 años falleció ahogado el domingo en la localidad turística de Mar Azul, mientras intentaba rescatar a su hijo de ocho años, que había sido atrapado por un “chupón” en una zona donde no había guardavidas.

El hecho ocurrió en una zona cercana al Faro Querandí, justo el día anterior al cumpleaños del pequeño. La víctima se llamaba José Ignacio Grego, era empresario y su autopsia confirmó que murió ahogado, según publica Infobae.

"No hay ningún delito para investigar, fue un accidente muy lamentable", confirmaron fuentes judiciales de Villa Gesell. Según los investigadores, el niño se salvó porque quedó apoyado sobre el cuerpo de su padre, cuando éste ya flotaba sin vida.

Los "chupones" en el mar de esta zona de la costa bonaerense son un fenómeno peligroso y frecuente pero imperceptible para los bañistas que no conocen demasiado el mar. Se forman cuando, por las canaletas, el agua busca su retorno hacia el mar y se ve frenada parcialmente por la presencia del banco de arena, aunque debe filtrarse por algún lado y entonces se genera como una especie de cauce de río por el que busca su camino.

"Los chupones se activan o desactivan en los cambios de marea", explica Nicolás Elie, guardavidas de Pinamar, 34 años, a cargo de la seguridad de una playa pública. Estos se dan cada seis horas, cuando pasan de la baja a la alta, y no son fáciles de detectar.