Era el combo perfecto: el cumpleaños de la exmandataria y el inicio de su ciclo radial eran la excusa perfecta para dar a conocer otro tramo de las escuchas ilegales, las mismas que se difundieron un año atrás, donde los medios hegemónicos se escandalizaron por decirle "pelotudo" a uno de sus colaboradores más cercanos.

Los audios difundidos por Majul en su programa de Radio Berlín son parte del espionaje ordenado por el juez Ariel Lijo, en el marco de la causa contra Parrilli por el supuesto encubrimiento del narcotraficante Ibar Pérez Corradi, pero que en realidad nunca aportaron información sobre este caso sino que fueron la llave para intentar exponer mediáticamente a la expresidenta. 

Como en todos las casos de las escuchas -reveladas en cuotas y filtradas desde la propia justicia- los audios no revelan cuentas en paraísos fiscales, maniobras de empresarios con actividades públicas o maltrato en relación de dependencia. Sólo aparecen algunos insultos en una conversación cotidiana de estrategia política, incluso que muestran a la ex Jefa de Estado intentando lograr una renovación de su espacio de cara a 2019.

Cristina conversaba sobre el armado de un "sub 40" de dirigentes propios para los futuros compromisos, y por otra parte descarta reaccionar ante los dichos de Miguel Ángel Pichetto sobre la interna en el Partido Justicialista.