Mientras la policía chubutense aún intenta reconstruir la historia y determinar quién difundió el documento fílmico, según informan los medios locales, la disputa tendría su origen en un negocio trunco entre dos miembros de la comunidad gitana de la ciudad de Comodoro Rivadavia.

El atacante sería un hombre enviado especialmente para extorsionar a la víctima (de ahora en más el vendedor), el hombre de remera rayada, quien le habría vendido de palabra una camioneta Jeep Grand Cherokee a otro (el comprador), aunque el negocio no habría sido satisfactorio.

El vendedor habría recibido el 50 por ciento del dinero acordado, sin embargo, mantuvo en su poder los títulos correspondientes hasta que el comprador completara el pago. El conflicto comienza cuando el comprador se lleva el vehículo, y el vendedor denuncia ante la policía el robo del automotor.

Los oficiales dan con la camioneta denunciada y detienen al comprador, obviamente sin la documentación necesaria para demostrar su titularidad. Entonces, el apriete sería la venganza del comprador, en busca de ese 50 por ciento que ya había abonado, por el vehículo devuelto al vendedor.

Determinar quien dio a conocer las imágenes es clave para entender cuáles son los intereses en juego. Según trascendió y respondiendo a la lógica de la violencia, la víctima del apriete (o el vendedor) no estaría detrás de la difusión. ¿Es el seguro del tirador para cobrar su "honorario" o es la intención de infundir el miedo en la comunidad, por parte del comprador?