"Perdimos casi todo, ahora necesitamos que las autoridades levantan los alambrados para que no se nos vayan los pocos animales que quedaron", reconoció José Tardón.

La familia Tardón fue la más damnificada por el incendio en el Parque Nacional Los Alerces, al habérsele quemado la vivienda, un galpón y otros bienes, entre ellos el alambrado por el cual se escaparon sus ovejas.

Amelia Tardón, de unos 50 años, fue quien en diálogo con los medios, informó: “Se quemó la casa de mi hermano la que había terminado la semana pasada y todos estábamos muy felices por ello; incluso -agregó-, el miércoles estuvimos todos juntos celebrando la terminación de la vivienda”.

Sobre la evacuación, recordó que su madre (de 96 años) no quería dejar el lugar hasta que no regresaran sus hijos que estaban tratando de salvar los animales.

Las pérdidas

Amalia muestra los restos de un galpón y algunas gallinas muertas que no pudieron escapar del fuego, además de diez vacas y alguna oveja. Pero además, el fuego se llevó mas de 300 kilos de lana que la semana siguiente tenía que entregar a la barraca. También quemó algunos cueros y varios postes de alerce que tenía para construir un nuevo galpón.

“Esto no se lo deseo a nadie, se siente mucha impotencia”, dijo la mujer, que cuando se le planteó la hipótesis de que el incendio haya sido intencional, reflexionó: “Espero que encuentren al culpable, pero lo mismo se dijo en el incendio pasado y hasta ahora, no pudo esclarecerse”.

El hombre de la casa

“Se perdió todo”, dijo a Canal 4 José Tardón, integrante de la familia más damnificada por el incendio, en contacto con la prensa, se lamentó: “Se perdió todo y pudimos salvar lo más que pudimos; documentos, motobomba, generador y otras pocas cosas. A mi madre, la pudimos llevar a Esquel”, contó.