Aunque la mitad de los argentinos sigue manteniendo la ide de un "hogar tradicional" en el que el hombre trabaja y la mujer se dedica a cuidar a los chicos, la otra mitad plantea igual división de roles en trabajo, tareas domésticas y crianza.

De este 50 % "menos tradicional" el 61% son jóvenes de 16 a 35 años que son los que moldearán los nuevos hogares argentinos.

El trabajo de Ibarómetro muestra que el 64% de los argentinos cree que existe desigualdad entre hombres y mujeres (de ese total, el 71% son jóvenes de hasta 30 años), según explicó su director, Ignacio Ramírez a La Nación.

"Las mujeres se ocupan principalmente de la crianza de los chicos porque: son mejores por naturaleza; por tradición; porque les gusta más"; "los hombres necesitan tener más sexo que las mujeres", o "en última instancia, debe ser el hombre quien decida las cuestiones importantes de la familia", son algunos ejemplos de lo que tuvieron que afirmar o negar quienes fueron consultados.

La ex directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y especialista en Educación y Sociedad Guillermina Tiramonti afirmó, en diálogo con la periodista Lucila Rolón: "A partir de la información de los jóvenes investigadores con los que trabajo, chicas y chicos menores de 35 años, se percibe, primero, un trato entre ellos absolutamente igualitario. Y cuando hacen referencia a su organización familiar y de vida, si bien sigue habiendo de parte de las mujeres una mayor responsabilidad respecto de sus hijos, el modelo que describen es mucho más igualitario que en otros momentos".

Natalia Gherardi, abogada y directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), profundizó. "Hay que diferenciar las respuestas declarativas de las aspiracionales: es cierto que los menores de 35 años adscriben a ideas más igualitarias, pero también, en la práctica, la distribución de las tareas en el hogar sigue siendo en términos conservadores. Hay un nudo crítico de machismo que no se expresa en palabras, sino en acciones".

Fabiana Túñez, fundadora de Casa del Encuentro destacó "Las realidades culturales son complejas, pero no se anulan. Los jóvenes tienen una mirada más democrática que sus padres o maestros en cuanto a libertades y diversidades. A través de la influencia de la educación y de la interacción en las redes sociales han generando un cambio cultural con respecto a los mayores de 40 años al que debemos prestar atención: todos somos productos de una cultura que se genera desde distintos espacios, como la escuela, el hogar, los medios de comunicación, el arte. Trabajar sobre esto va a permitir los cambios en materia de derechos humanos".