Una multitud de japoneses se mostraron con pancartas en las calles de la capital del país oriental, en las cuales rechazaron las políticas capitalistas impuestas por el FMI y el Banco Mundial por “generar pobreza y desigualdad social en varias naciones del mundo”.

Mientras la gente se manifestaba, unos cinco mil policías custodiaban la marcha para que no se produjeran incidentes, aunque, el pueblo de Tokio se mostró pacífico en sus reclamos.

La manifestación se da en un contexto mundial donde reinan los recortes sociales. Más allá del descontento social, en Japón la reunión dejó la siguiente conclusión: “Permanecen numerosas incertidumbres y riesgos de caída”.

Desde el FMI recomiendan a Europa a fortalecer la unión bancaria, así como también una mayor unidad fiscal.

En países como Grecia, España, Portugal o Italia las recetas de dichas entidades están generando un fuerte rechazo popular, con masivas protestas en las calles y una ciudadanía que exige un cambio de sistema político, social y económico que responda verdaderamente a los intereses del pueblo.