La Oficina Anticorrupción determinó avalar la permanencia en secreto de las determinadas partes del convenio entre las petroleras, tras considerar que la empresa argentina “ha fundamentado razonablemente el alcance de las excepciones invocadas”.

Lo que generó una ola de criticas cuando Laura Alonso por entonces miembro de la oposición sostenía que "el secreto no es la regla en democracia" y que "el acuerdo con Chevron empieza mal" porque "no es público" y que eso le provocaba "frío por la espalda".