Leo fue el encargado de contar cómo Mateo cargaba a sus hermanos cuando le tocó la figurita de su padre. 

“Me tocó Messi” gritaba Mateo por la casa como todos los pibes del país que se emocionaron al conseguir la preciada figurita.

Pero además contó que le decía asus hermanos que no la iba a poner en el álbum y que se le guardaría para él.

El diez también contó que sus hijos no recibieron todos los paquetes que querían sino que se los iban administrando y tenían que portarse bien para recibir un paquete. 

Cada vez que abre la boca Lionel Messi demuestra que es un pibe humilde que, a pesar de su fama y su éxito, tiene los pies sobre la tierra.