Esta es una de esas historias que hacen pensar que no todo está perdido.

La maestra se descuidó un segundo y un hombre le robó el teléfono. Un motociclista que pasaba por ahí vio algo raro y a una persona corriendo de manera sospechosa por lo que decidió seguirlo con su moto.

El héroe sin capa lo siguió hasta que el ladrón se asustó y tiró el botín para que no lo siguieran más.

El motoquero agarró el teléfono y salió en búsqueda del colectivo en cuestión para devolverle el teléfono a su legítima dueña. A cambio de nada. Sólo una buena persona.