Todo indicaría que el brutal ataque era destinado a la pareja de una de las mujeres que está preso y la agresora le pide a la víctima que le pidiera perdón.

La agredida es la expareja del hombre privado de su libertad y tiene un hijo con él y su actual pareja es la que no sólo la privó de su libertad sino que le destrozó la cara a palazos.

El hecho podría calificarse como tentativa de homicidio y algún fiscal debería actuar de oficio para proteger a esta mujer.