Primero dejó en claro que la pandemia no tiene cosas positivas y que lo peor que tiene es que la gente se muere.

Después pidió bajar la soberbia cuando uno opina. Alejandro aseguró que es un pecado extrañar un abrazo, jugar al futbol o tomar una cerveza pero que cambia todo eso porque la gente deje de morirse.

Describió la angustia de algunos como frustración personal de los pequeños burgueses.