Visiblemente quebrados, luego de enterrar a su hijo, los padres de Fernando Baez Sosa, pidieron justicia para su hijo y para que sus asesinos paguen por lo que hicieron.

Por el momento, 10 de los 11 rugbiers detenidos se negaron a declarar mientras que el restante aseguró que se encontraba en Zárate y que no había estado en Villa Gesell.