A cualquiera se le helaría la sangre si pensara un momento en el 16 de junio de 1955, y más si esa imagen mental uno se ve entre los manifestantes que colmaron las inmediaciones del Congreso este miércoles, algunos -la gran mayoría- en reclamo de un derecho fundamental para las mujeres argentinas, otros celebrando que todo sigue igual o peor, manteniendo las consignas del terror que nuestro país ya vivió.

El día en que la sublevación militar atacó la Plaza de Mayo desde el aire, dejando más de 300 muertos y alrededor de 600 heridos, los aviones que lanzaron bombas contra la Casa Rosada y la ciudadanía indefensa llevaban una inscripción que quedó en la memoria de los argentinos, marcada con horror: la cruz sobre la "V", la leyenda "Cristo Vence", reapareció después de muchos años en la vida pública nacional, del lado de 'los celestes', apenas segundos después de la votación que rechazó el derecho del aborto legal, seguro y gratuito, mientras los nefastos fuegos artificiales iluminaban la lluviosa y triste noche.