Hace diez años que ellas cocinan para darles comida dos veces al día a diabéticos, hipertensos, enfermos gástricos. Allí, la comida que se prepara es sin sal, sin fritos, sin grasas, sin harinas, con bajos niveles de colesterol. Abundan las frutas y verduras. Estas mujeres les dan mucho más que alimentos, cuidan su salud y los acompañan en la lucha diaria.

Se trata del comedor Padre Pepe, que nació en el año 2000 previo a la crisis, después se reconvirtió. Es el primero y único que funciona en la ciudad de Buenos Aires.

Las mujeres que trabajan allí son todas voluntarias. Empiezan a cocinar a las 6 de la mañana y a las 11 hs empiezan a repartir la comida. La entregan en recipientes para el almuerzo y la cena.

Para recibir la comida, los enfermos deben tener la derivación de un médico y corroborar qué tipo de patología tiene. Los menúes están diseñados por una nutricionista y la mercadería la entrega el Gobierno de la Ciudad.

Los celíacos también reciben alimentos especialmente para ellos en este comedor. Los productos sin TACC cuestan diez veces más caros que el producto convencional por eso para ellos es fundamental recibir estos productos.