Jorge Lanata tomó la vía fácil para atacar a Flor de la V, en su cruzada contra los derechos otorgados en la década ganada: todo cobra sentido al entender que es su única opción para atacar la figura de una personalidad que se volvió referente de una minoría, y representante del derecho a elegir la identidad propia.

Los periodistas tomaron sus dichos con enojo y evidenciaron la irresponsabilidad de un espacio de comunicación, que en lugar de aportar una mirada superadora, continúa discriminando sin filtro.