El ferrocarril Sarmiento, tal vez el más utilizado en el AMBA, volvió a ser noticia por un hecho que no deberían producirse, mucho menos en estos días y semanas en los que es imprescindible la contención para evitar la propagación del coronavirus.

En hora pico y mientras efectivos policiales y personal de seguridad trata de formar la fila para que los usuarios pudieran ascender a las formaciones, se produjo una estampida ante la necesidad de miles de personas que intentaban regresar a sus hogares en el oeste del conurbano.

La ecuación que tiene por un lado la disposición de que los pasajeros vayan solo sentados y la cantidad de trabjadores que aún deben cumplir cotidianamente sus tareas, que supera en mucho la capacidad de los trenes, no cierra por ningún lado.