Luego de la fiesta Time Warp, que dejó como consecuencia cinco jóvenes muertos, algunos funcionarios públicos de la Ciudad de Buenos Aires fueron procesados por la Justicia.

En total se trata de cinco: tres inspectores y sus superiores, quienes fueron considerados como "partícipes necesarios" del tráfico de estupefacientes y autores de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Así lo dictaminó el juez federal, Sebastián Casanello, sobre los funcionarios identificados como Néstor Ricardo Cella, Gustavo Alberto Herms y Pablo Germán Fontanellas, el gerente operativo de Eventos Masivos Claudio Iacobaccio y el coordinador Fernán García Vázquez.

Estos hombres estaban a cargo de controlar la fiesta, que generó una polémica sobre el tráfico de estupefacientes en fiestas electrónicas.

Para Casanello, estos funcionarios fueron partícipes del negocio de la venta de drogas sintéticas, que otros llevaron dentro del local, y que finalmente terminaron con la vida de cinco chicos.