El cura Nicolás Corradi, acusado de violar a más de veinte chicos sordos e hipoacúsicos en el Instituto Próvolo de Mendoza, fue beneficiado por la Justicia este jueves con prisión domiciliaria, a la espera del juicio por abuso.

La decisión se respaldó en lo establecido por el Código Penal respecto a su edad, ya que Corradi tiene 82 años, y a los informes médicos de la penitenciaría de Boulogne Sur Mer y del Cuerpo Médico Forense que señalaron un supuesto “deterioro de salud”, “una baja significativa de peso” y “el agravamiento de enfermedades preexistentes”.

De esta forma, el cura deberá abonar una fianza de 50 mil pesos y permanecerá con custodia policial y pulsera electrónica para ser monitoreado.

"Por el momento no hemos recibido ninguna notificación del fiscal y Corradi continúa alojado en el penal de Boulogne Sur Mer", aclaró el director del Servicio Penitenciario, Eduardo Orellana, al diario local Los Andes, y agregó: "Apenas nos notifiquen, organizaremos el traslado".

Al sacerdote, que ya contaba con denuncias similares en Italia, se le había denegado el arresto domiciliario el pasado 22 de diciembre por decisión de la jueza de Garantías Patricia Alonso.